La selección de EPI´s debe realizarse tras conocer unas nociones básicas. Estos equipos son esenciales para garantizar la comodidad y la seguridad de los trabajadores. Así, elegirlos con las características adecuadas es esencial, de otra manera se podría llegar a poner en peligro vidas humanas, en especial en trabajos como el de bombero.
¿Cómo seleccionar los EPI?
La elección de los equipos de protección individual es un aspecto muy importante para garantizar la seguridad y la salud de los trabajadores. Sea en el sector de la construcción o en el de la salud, estos equipos son esenciales. Para seleccionarlos de manera adecuada, lo primero a tener en cuenta es decidir cuál es la protección que el trabajo requiere. Esto lleva a establecer una serie de requisitos y criterios, los cuales pueden entorpecer la elección si no se conoce cómo establecer prioridades.
Esto requisitos aparecen expuestos en la normativa legal, especialmente en el Real Decreto 773/1997, de 30 de mayo, sobre disposiciones mínimas de seguridad y salud relativas a la utilización por los trabajadores de equipos de protección individual. En esta norma se define qué es un EPI, los criterios para su empleo y el rol que juega el empresario, entre otros muchos aspectos, de los cuales se hablará a continuación.
Breve guía de selección de EPI
Para empezar, estos equipos deben utilizarse cuando sea imposible eliminar riesgos contra la seguridad y salud laboral. Por tanto, habrá que llevar a cabo, por parte de técnicos competentes, una evaluación de los peligros. Una vez realizada, se contará con una base adecuada para escoger el EPI que más se ajuste a las necesidades del trabajo.
Además, estos equipos deberán ser ergonómicos y estar adaptados a las personas a las personas que les van a dar uso. Así, la comodidad tendrá que estar garantizada, también hay que contemplar la posibilidad de que los tejidos causen reacciones alérgicas o que el confort del roce con la piel sea el adecuado. De no cumplirse estos criterios, habrá que añadir el factor incomodidad a los riesgos, ya que el trabajador no realizará su trabajo en las mejores condiciones.
Si cada vez que un obrero lleva peso una prenda le roza la piel de manera abrasiva, la molestia puede hacer que pierda la concentración y que el riesgo de sufrir un accidente aumente irremediablemente. También se tendrán en cuenta las discapacidades psíquicas y físicas del empleado, así como las situaciones biológicas que esté atravesando, como es el caso de un posible embarazo.
Una última recomendación pasa por elaborar una lista con las características que deberá poseer el EPI. Esta se confeccionará una vez se hayan conocido los riesgos del trabajo, las condiciones a los que estará sometido el trabajador y las necesidades específicas de estos.
En definitiva, la selección de EPI no puede dejarse al azar, porque los riesgos aumentarían. No obstante, el uso de estos equipos es el último recurso, ya que antes se pueden aplicar diferentes normas que reduzcan los riesgos al máximo. Sin embargo, en determinados trabajos son imprescindibles. ¡Contacta ahora!